Salimos de Blanes con destino a Madrid, en el camino decidimos parar en Zaragoza donde estuvimos dos días parando en la casa de unas amigas que amablemente decidieron hospedarnos y aprovechamos para recorrer la capital de la región de Aragón en el noreste de España. Sobre el río Ebro, en el centro de la ciudad, está la basílica barroca Nuestra Señora del Pilar, un famoso sitio de peregrinación con un santuario de la Virgen María y varias cúpulas.
Una de las cosas que llamo mucho nuestra atención de esta basílica, es que tenia como un tablero lleno de velitas, que no eran velitas, si no que eran leds imitando velitas, lo llamativo era que para prender una y pedir un deseo tenias que poner un par de euros…
Saliendo de la basílica esta la plaza de Nuestra Señora del Pilar, es uno de los centros populares más concurridos, conocida tambien como el Salmón de la ciudad, aprovechamos para tomar unos mates y hacer una fotos, la verdad que los lugares son accesibles y podes moverte en la silla de ruedas sin grandes inconvenientes.
En el oeste de la plaza, justo enfrente de la iglesia de San Juan de los Panetes a pasitos de la salida de la basílica esta la fuente en honor a la Hispanidad, su figura dibuja el mapa de Latinoamérica. En la parte superior norte una estría forma el mapa de la Península de Yucatán y Centroamérica, la cascada cae en un pileton que simula formar Sudamérica y la Tierra de Fuego.
Si pasas por Zaragoza no puedes dejar de disfrutar del encanto de su gente, de sus construcciones históricas con mucho que contar no puedes dejar de dar un paseo junto al río Ebro. En la zona El tubo encontraras un millón de bares para comer, hay sitios realmente deliciosos y apetecibles, no muy baratos.
Saliendo de la plaza mayor encontraras galerías con fachadas magnificas y muchos músicos que alimentaran tu oído de bellas melodías. Un piano publico en un bar mezclándose con los aromas de la preparación de las meriendas.
Recorrer Zaragoza propulsando la silla de ruedas se puede hacer sin sobresaltos, no pudimos la posibilidad de subir al trasporte publico pero de todos modos se lo veía muy accesible. Disfrutamos de todos sus momentos históricos y Sara viajo en el tiempo para cabalgar un hermoso caballitos y su expresión de felicidad no necesita mas palabras.
Esperamos les guste este post.
Saludos rodantes.