Dentro de las playas de Rio podemos decir que de lo inmensas que son deberían ser más accesibles, es uno de los únicos puntos en contra que encontramos para esta ciudad que tanto nos cautivó.
Creemos sumamente necesario un acceso para silla de ruedas en la playa de  Copacabana, ya que en su grandeza se hace difícil para la tracción a sangre con una silla de ruedas, y ni te cuento con una niña en la falda.

La playa de Ipanema nos resultó mucho más cómoda ya que pudimos acceder al mar con un poco menos de esfuerzo, nuestra modelo favorita poso para la foto más de una vez y quedó encantada.

Barra de Tijuca, fuimos en taxi desde Copacabana, aproximadamente R50, recorrimos los comercios cercanos a la playa y realmente quedamos encantados con el lugar.

Un punto en contra de todas las playas de Río de Janeiro es que no encontramos baños aptos para personas con movilidad reducida, todos ellos se encontraban en subsuelos sobre la vereda, desde el mar, caminar extensos metros hacia la vereda y desde allí bajar escaleras para ir al pipiroom. Realmente tedioso, pero se lo perdonamos por ésta vez, las satisfacciones de sus vistas y las maravillosas personas brasileras dispuestas a ayudar lo dejan como un hermoso recuerdo, recuerdo que escribiendo estas líneas viene a mi memoria una chica que sin dudar me cargó en su espalda para hacerlo mas facíl. Bravo!!!

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